¿Puedo Llevar Mi Gato A La Playa?

Gato a la playa: En los periodos de vacaciones puede ser aconsejable llevarse al felino de viaje, mas dado su carácter inquieto ante situaciones que escapan a su control.

Hay que intentar que los cambios sean lo menos traumáticos posible; mantenerle fresco e hidratado será la enorme prioridad.

Llega el verano y las vacaciones, y los dueños con mascotas se preguntan si pueden llevar su gato a la playa.

¿Puedo llevar mi gato a la playa?
¿Puedo llevar mi gato a la playa?

Los gatos, mamíferos felinos que han pasado miles de años a la vera de los humanos, actualmente se encuentran entre las mascotas más habituales.

¿Qué hacer con ellos cuando llega el verano?

El gato a la playa

Los gatos, normalmente, son criaturas curiosas y nerviosas, y acostumbran a estresarse ante cambios repentinos.

  • Les gusta tener las situaciones bajo control y son exageradamente territoriales.

Por estas características de nuestros amigos felinos, a la hora de llevarlos de viaje es preciso valorar si la estancia va a ser corta o larga.

De este modo, se adaptará el plan de la forma que le sea más amena a la mascota.

Si es un viaje corto, en general lo más recomendado es no llevarlo para no molestarlo.

O sea, no se le da el tiempo necesario para adaptarse al nuevo entorno y esto puede causar algún inconveniente de regreso a su ambiente habitual.

Por ende, en estos casos es mejor dejarlo en su hábitat normal, con sus comodidades y alguien que se encargué de él.

En el caso de viajes largos, o bien que no se consiga alguien para cuidar del minino a lo largo de una escapada, es posible llevarlo y se va a deber hacer lo menos traumático posible el viaje.

Entre otros muchos elementos, hay que llevar una jaula para transportarlo que sea cómoda; además, es esencial llevar los juguetes favoritos, cualquier cosa que le sea familiar y cuidar la rutina de su alimentación.

De esta manera, ayudaremos a nuestra mascota a amoldarse mejor.

A lo largo de los primeros días de viaje, el gato puede comportarse de forma nerviosa.

La clave se encuentra en no atemorizarlo, ya que su nerviosismo es normal a causa del cambio de su entorno frecuente.

Tardará unos días hasta que halle su lugar y se adapte.

Jaulas o transportines para gatos

A la hora de llevar al gato a la playa, hay que pensar en sus comodidades.

Dentro de ellas se encuentra la jaula en la que viajará; existen muchos tipos de transportines, y va a depender de la elección de cada persona y la comodidad que quiera darle a su mascota.

El más frecuente, tradicional y popular es la jaula tipo cajón.

Son ventilados y la tapa se desmonta cuando el gato se niega a salir de su zona de confort.

Es el género de jaula que se usa para llevar el gato a la clínica de veterinaria.

Asimismo sirve para viajar, siempre que se lo acondicione con las pertenencias de la mascota, lo que lo harán considerablemente más confortable.

Además de los trasportines rígidos, hay otros tipos de mochilas.

Son buenísimas opciones, en tanto que permiten repartir el peso y tienen asas ajustables.

De manera adicional, tienen una rejilla de ventilación y una de los beneficios más importantes es que son de simple limpieza.

¿Te preocupa perder tu mascota en la playa a lo largo de las vacaciones?

Es esencial saber qué lugar se escoge como alojamiento; por poner un ejemplo, si tiene terrazas o bien ventanas, con el peligro de que el gato se escape.

Una buena medida de cautela es ponerle un collar a la mascota con una placa identificativa.

En el mercado hay una extensa variedad de diseños.

Otra forma de supervisar y eludir que el gato se escape es utilizar un arnés.

Esto le dará libre movilidad dentro de las habitaciones, pero seguramente de que no se marcha a escapar si están las ventanas abiertas o bien en la terraza.

Consejos para refrescar al gato en la playa

Cuando las mascotas se exponen a calores fuertes, el pelo empieza a desplomarse, con lo que se recomienda cepillarlo para quitarle el pelaje fallecido, que le produciría considerablemente más calor.

  • Otra manera de refrescar a la mascota es pasar un guante húmedo durante su cabeza y cuerpo.

Lo refrescará y le calmará el calor; también es esencial disponer de cuencos de agua fresca en diferentes lugares. De este modo evitaremos su deshidratación.

  • Para finalizar, si se cuenta con bolsas de gel es buena idea colocarlas en la nevera y dejar que se enfríen.

Una vez que adquieren la temperatura bajísima, se las puede situar bajo las almohadas preferidas del felino.

Con esto logramos que nuestro mejor amigo descanse sin calor.

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