Entrenando Mi Hámster!
Los hámsters, por naturaleza, tienen temor de cualquier cosa que no sea otro hámster.
Tú no eres una excepción, tu hámster puede ser adiestrado y entrenado a fin de que se acostumbre a ser manipulado y aprender que los humanos pueden ser amigos también.
Primeramente, a menos que tu hámster este sufriendo (y que necesite atención médica), nunca se debe sobresaltar un hámster durmiendo.
Los Hamsters
Al este despertarse de un sueño profundo, uno de los primeros instintos del hámster es estar en condición defensiva y resguardarse de los intrusos de la única manera que sabe, una grande, desapacible, y dolorosa mordedura de hámster.
Dado que los hámsters tienen una visión muy pobre, va a depender principalmente de su sentido del olfato y del oído para guiarse.
Sacuda su jaula, agite el botellón de agua, y hablale a él para estar seguro de que está despierto, alerta y sepa que no está en riesgo inmediato.
Lávate siempre y en toda circunstancia las manos ya antes de tocar a un hámster, el fragancia de la última pieza de pollo que comiste puede olisquear como un exquisito bocado, en lugar de la mano de su dueño cariñoso y amigo.
La domesticación del hámster
Hablando de los hámsters jóvenes son bastante tímidos y domesticarlos o bien entrenarlos lleva tiempo, paciencia, manejo suave, familiaridad y amabilidad, esto es necesario para ganar su confianza.
Ten presente que la reacción primaria de la naturaleza de un hámster es que todo lo percibe como un depredador, de ahí que es beligerante por lo que para superar este instinto natural deberás ser paciente.
Empieza a trabajar con tu hámster de noche, cuando están bien despierto.
Al principio trata con ellos cerca de la jaula abierta, preferiblemente en el suelo con lo que si se escapa es fácil de apresarlo.
Al coger al hámster hazlo con las manos en forma de cuenco, con el hámster arriba.
No debes de meter la mano y intentar levantarlo, las probabilidades son altas de que vaya a aceptar una situación defensiva (sentado, patas delanteras arriba y mostrando los dientes).
Si esto sucede, ni siquiera intentes procurarlo, el resultado puede ser realmente doloroso.
En su sitio, dale al hámster un tiempo para relajarse y calmarse, ofrécele una golosina (semilla de girasol, etcétera) y trata de frotar suavemente su espalda para que se acostumbre a ser tocado.
Puede tomar múltiples sesiones, pero se paciente.
En el momento en que tu hámster gana confianza se transformará en un amigo leal.
A veces, un hámster lanza un "chillido" cuando tratas de sujetarlo, el grito es una señal de que tiene temor.
Por lo general no muerden cuando chilla, pero hay salvedades a la regla.
Si ha sido sostenido previamente, adelante, ve despacio y recógelo suavemente.
El chillido se detendrá mientras se relaja y ya no sienta peligro.
Cuando haya logrado agarrarlo, ten cuidado de no dejarlo caer.
Debido a su mala visión no tienen percepción de lo lejos que está el suelo y puedes provocarle una lesión grave.
Ahora, sosteniéndolo de forma cuidadosa acaricia suavemente su espalda, aun su cabeza.
El resto va a venir con el tiempo.
Que hacer y no hacer al manejar al hámster qué puedes hacer
Que hacer:
Habla con él con voz suave y frágil.
Moverte de manera lenta ya antes de y a lo largo de la manipulación.
Lavarte las manos antes de manipularlo que tu olor siempre sea exactamente el mismo.
Deja que te huele la mano a fin de que sepa quien está entrando en sus dominios.
Permite que se calme si tiene temor al principio.
Ten paciencia, la confianza del hámster no se logra en un día.
Qué no debes hacer:
Hacer movimientos veloces o bruscos, un hámster atemorizado es un hámster protector.
Hacer ruidos fuertes, su sentido del oído es agudo.
Dejarlo caer desde grandes alturas.
Coger al hámster mientras duerme.
Buena suerte en la domesticación de tu hámster.
Los resultados de tu paciencia y cuidado valdrán cada momento cuando hayas ganando la confianza de tu hámster.
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