El Ciclo Reproductivo De Los Gatos
Las hembras pueden ponerse en celo en aquellas estaciones que destacan por las elevadas temperaturas y las horas de sol, con lo que van a estar listas para el acto sexual en primavera o bien verano.
Es fundamental saber sobre el ciclo reproductivo de los gatos si tenemos uno como mascota.
De esta manera, podrás reconocer en qué momento se hallan y de qué forma actuar a este respecto.
Aprende más en el presente artículo.
Ciclo reproductivo de los gatos: pubertad
Como primera medida, has de recordar en qué instante las gatas y los gatos llegan a la madurez sexual.
Las hembras son más precoces que los machos en ese aspecto, ya que sus órganos sexuales están listos para la reproducción entre los seis y los nueve meses de vida.
Esto depende de múltiples factores como la raza, el peso anatómico, la alimentación e inclusive la exposición al sol.
Así es, puesto que si una gata está en contacto con la luz solar va a entrar ya antes en la pubescencia que si se cría en un espacio más obscuro.
Las gatas de pelo corto –como la raza siamés– pueden reproducirse antes que las de pelo largo (como los persa).
En el caso de los machos, la pubertad comienza a los 8 meses y ciertos ejemplares pueden tardar hasta un año.
El signo de que son aptos para la reproducción es porque sus testículos ‘bajan’, mas también lo revela su carácter, puesto que se vuelve más territorial, arisco y hasta agresivo.
Cuando un gato macho llega a la madurez sexual cambia los juegos por rituales de apareamiento: sale por las noches, se acerca a las hembras, las olisquea y, finalmente, procura copular con ellas.
Ciclo reproductivo de los gatos: el celo
El celo es un periodo en el cual la hembra puede reproducirse.
Si en ese lapso copula con uno o bien más gatos, las probabilidades de quedar preñada son mayores.
Este ciclo se da en una estación del año determinada, eminentemente cuando hace calor y hay muchas horas de luz solar, entre la primavera y el verano.
No obstante, las gatas pueden entrar en celo en cualquier temporada del año, siempre que las condiciones climáticas sean óptimas.
Es menos común que suceda en invierno, por ejemplo.
Algunas de las señales de que la hembra está en celo:
Está más cariñosa de lo normal
Se revuelca en el suelo, cama o bien sofá
Se frota contra objetos y personas (u otras mascotas)
Maúlla intensa y repetitivamente
Orina con olor más fuerte
El celo de una gata dura solo algunos días, mas está realmente bien distinguido en 4 fases, cada una con peculiaridades propias:
1. Proestro
En esta etapa la hembra se prepara físicamente para copular: se inflama la vagina, ‘coquetea’ o bien se insinúa y maúlla de forma leve. El proestro dura más o menos 3 días y se conoce como etapa de cortejo.
2. Estro
Este es el periodo de la receptividad sexual, en el que la hembra puede recibir al macho para copular.
El estro dura entre 4 y 6 días, pero si la gata no se aparea puede extenderse hasta los quince días.
El maullido intenso, consecutivo y fuerte es lo más propio de esta etapa.
3. Metaestro
Es una fase cortísima –solo veinticuatro horas– que en ocasiones pasa desapercibida dentro del ciclo reproductivo de los gatos.
La gata no permite el acercamiento de un macho, se vuelve muy agresiva y, en el caso de estar preñada, puede protagonizar cambios en sus hábitos: dormirá y va a comer más.
4. Anestro
Es la última etapa del celo en las gatas, la cual es diferente conforme si quedó preñada o bien no.
En el último caso, todo ‘volverá a la normalidad’ hasta dos o 3 meses más tarde, cuando el ciclo se reanude.
Ciclo reproductivo de los gatos: el apareamiento
En el momento en que una gata está preparada para reproducirse, los ‘encuentros sexuales’ se hacen de noche, ya que es en ese momento cuando más socializan con los demás.
A fin de que la cópula sea triunfante, la hembra va a deber aceptar al macho.
Ella se lo hará saber acercándose poco a poco.
Entonces los dos se olfatearán y la hembra se pondrá ‘boca arriba’ como si estuviese jugando.
Más tarde, el macho la inmovilizará y morderá su cuello para comenzar el acto sexual.
Por estimulación, la hembra ovula y el macho eyacula.
Tras ello se apartan y se asean.
Con un solo encuentro no siempre y en toda circunstancia hay embarazo.
El acto se puede repetir hasta 4 veces en una misma noche.
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