Como Entrenar Un Murcielago
Del laboratorio de ecología y conservación de vertebrados terrestres...
llevamos a cabo un proyecto para conocer más de la vida de los murciélagos más grandes de América:
El Chrotopterus auritus y Vampyrum spectrum.
El proyecto recibió interés de la National Geographic Society para realizar un artículo para la gaceta y posiblemente un documental para su canal de TV.
Entrenando Al Murcielago
Durante 3 semanas de dos mil quince estuvimos en la Reserva de la Biósfera de Calakmul en Campeche el doctor Rodrigo Medellín, las estudiantes Alma Moreno y Maripaula Bérriz, y yo efectuando trabajo de campo sobre la ecología y el comportamiento de estos dos murceguillos carnívoros.
Además, nos acompañaron Anand Varma y Jason Jaacks, de National Geographic, para tomar fotos y videos de ambas especies
Como pueden imaginar, es bastante complicado conseguir imágenes de murciélagos moviéndose en su hábitat natural.
Además, las especies que estudiamos son realmente difíciles de encontrar, lo que como es natural complica aún más retratarlas.
De ahí que, decidimos que la mejor estrategia para lograr tomas espectaculares era capturar individuos y adiestrarlos en un ambiente controlado.
Muchos biólogos, especialistas en murciélago consideran que adiestrar murceguillos técnicamente, es un proceso sencillo: la clave es que el animal asocie un sonido específico con una recompensa, como el alimento.
Prácticamente es que él se comporte como deseamos a través del conocido condicionamiento operante planteado por el psicólogo Ivan Pavlov, en el que un sonido es el estímulo y el comestible es el refuerzo positivo.
Un ejemplo exitoso de este tipo de adiestramiento en murciélagos lo hizo renombrado Merlin Tuttle con la especie Trachops cirrhosus, que localiza a su presa preferida, la rana túngara (Engystomops pustulosus) por medio del sonido que emite.
Inga Geipel, científica del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá, logró que el murciélago relacionase la música Rock con el alimento en vez del canto de la rana.
Como lo han probado estudios anteriores, C. auritus es una de las especies de murceguillos más fáciles de sostener en cautiverio y, seguramente, de entrenar.
Esto lo corroboró el Dr. Medellín, quien varios años atrás tuvo individuos de esta especie en cautiverio.
Esta vez nuestro trabajo empezó con la exitosa atrapa de un macho y una hembra de C. auritus que estaban asilados al interior de un templo en la Zona Arqueológica de Calakmul.
Posteriormente, llevamos a los individuos al hotel más cercano en donde pusimos una jaula de vuelo para sostenerlos vivos.
Los fotógrafos compartían techo con los murceguillos, y pudieron confirmar en carne propia su alta actividad nocturna, pues toda la noche volaban por la jaula y trataban de cortar la malla para escapar.
Nos asombró la agilidad de estos animales, ya que a pesar de su gran tamaño (ochenta cm de ala a ala y unos 80g de peso), se movían en espacios reducidos y a pocos centímetros del suelo.
Una noche, el macho logró escapar de la jaula mas a Dios gracias Anand pudo capturarlo a tiempo, antes de que escapara del cuarto.
Gracias a la irrefrenable actividad nocturna de ambos murciélagos, Anand y Jason tenían complejidad para dormir, a tal grado que Jason decidió mudarse y mejor acampar fuera del cuarto.
Una vez que aseguramos que los murciélagos estuvieran familiarizados con su espacio y que no pudieran escapar, dimos el próximo paso: el adiestramiento.
La primera noche procuramos adiestrar a los dos individuos utilizando como recompensa carne de cerdo fresca.
Los científicos que han trabajado con esta especie han reportado que en cautiverio puede comer múltiples géneros de carne y hasta fruta como papaya o mango.
Es esencial mencionar que nosotros nos asegurábamos que tomaran agua mínimo 4 veces al día.
Al comienzo les ofrecíamos pequeños pedazos de carne y antes de que terminara con él, un dispositivo emitía varias veces un sonido tipo beep.
Con suficientes reiteraciones, podíamos estar casi seguros de que el murciélago estaba relacionando el sonido con la comida que colocábamos cerca de él.
Al adiestrar a los dos individuos en la misma jaula, observamos que ninguno se quedaba en una posición fija por suficiente tiempo en el sitio donde estaba la carne, lo cual complicaba fotografiarlos.
Otra de las dificultades fue que la hembra siempre y en toda circunstancia volaba primero y, aunque el macho casi llegó a tomar el pedazo de carne que estaba sobre mi mano con guante de carnaza…
habitual, prefirió volar tras la hembra.
Por lo anterior, decidimos alterar el plan y liberamos a la hembra en su refugio dentro del templo maya y así podernos enfocar en un solo individuo (y asegurar que este se concentraba en la carne y no en la hembra).
Además, en lugar de utilizar la mano enguantada para darle la carne, usamos una rama de medio metro pues consideramos que sería probable que el animal relacionase el guante con su atrapa.
Con práctica y tiempo, conseguimos entrenar al macho para que volara desde el sitio de percha hasta la rama con la recompensa.
Asimismo aprendimos, por experiencia propia, que si bien teníamos una rama de medio metro, por seguridad es esencial sostener el guante puesto.
Tras tres noches de reiterar el procedimiento, llegamos a la conclusión de que C. auritus no es una especie difícil de entrenar, puesto que en muy poquitos días logramos que asociara el beep con la recompensa.
Durante el adiestramiento acrecentamos poquito a poco la distancia entre la rama y el murceguillo, hasta conseguir que volara una distancia de tres metros.
Apreciamos que, mientras repetíamos el sonido, el individuo en ocasiones se desesperaba, y empezaba a atacar los objetos en la jaula, como las cámaras y las luces.
Cada noche dedicamos múltiples horas a adiestrarlo.
Lo hacíamos volar en diferentes direcciones para tomar las mejores fotografías y vídeos.
Nuestro reto final fue grabarlo atacando una presa natural.
Ponemos un ratón común (Mus musculus) sobre una mesa cubierta de hojas secas para ocultar el celular que emitiría el beep.
Al emitirse el sonido conseguimos captar la atención del murceguillo y observamos que voló sobre la mesa buscando a la presa, incluso aterrizó sobre las hojas, mas tristemente no logró apresar al ratón Nos impresionó la facilidad que tuvo el murciélago para echar a volar desde la superficie de la hojarasca, creemos que probablemente es capaz de hacerlo inclusive con una presa de prácticamente su tamaño en el morro.
Desafortunadamente, aún no puedo enseñar las fotografías que tomaron Anand y Jason durante este entrenamiento, porque las emplearán para un artículo en la gaceta de National Geographic que probablemente va a salir el próximo año.
Pero hay que estar pendientes de cuando salga, pues cuando vean las imágenes sabrán la historia detrás de ellas, que consistió en adiestrar a uno de los murciélagos más grandes de América.
Al final fue una experiencia maravillosa y ahora puedo agregar Adiestrador de murceguillos carnívoros a mi currículo.
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